A través del proceso de
arenado o granallado con soportes metálicos se consigue un decapado idóneo para
la adherencia de los diferentes procesos de pintado. Muy utilizado en
carrocerías por decapado de la pintura o eliminar el oxidado de la superficie.
El arenado o chorro de arena también es utilizado por la aceleración de la
oxidación con el acero corten. Dependiendo del abrasivo, la granulometría y la
presión proyectado tenemos acabados de rugosidad muy diferentes. De esta
manera podemos dejar acabados satinados lisos o tener un relieve rugoso.
Se puede limpiar o arenar cualquier tipo de elemento metálico: rejas,
puertas, elementos ornamentales, en restauraciones de motos o coches,
maquinaria industrial o agrícola, grúas contenedores